martes, 28 de agosto de 2007

Putos dentistas (dicho desde el cariño,eh!!)

El otro día mi colega el Romántico, al que llamamos así porque
siempre está a dos velas, le salió un flemón y se le quedó la cara
como si le hubieran pegado en el último asalto de Rocky.
Al tío le acojona todo lo que lleve bata blanca (excepto los churreros), y aquel
dolor de muelas era para él como desvirgar a una chati: le dolía mucho
pero no quería que se la sacaran.
No había manera de convencerle para que fuera al dentista, y es que es tan cabezón que cuando llueve, se le hacen charcos en la cabeza.
Pero al final conseguimos llevarle a una consulta amenazándole con contarle a todo el mundo por qué su hámster murió todo rodeado de cinta aislante.

El tío siempre va canino, y es que desde luego, si el trabajo es
vida, a éste le quedan dos días.
Así que le llevamos al dentista más barato que pudimos encontrar: la peor consulta odontológica según la revista Forbes.
Una revista que, con ni siquiera 100 años de existencia, era demasiado nueva para haber llegado a esa sala de espera donde sólo tenían revistas impresas por el mismo Gutenberg en persona.
Decidimos rebuscar un poco por si andaban por ahí los
manuscritos del Mar Muerto.

Mientras, los ruidos de herramientas mecánicas y los gritos que
venían del otro lado de la puerta dejaban claro que lo que había
detrás era un plató donde rodaban el remake de La Matanza de Texas.

El Romántico hacía más mohínes que una jaula de conejos... Pero nos
equivocamos, porque en realidad al entrar era evidente que aquello era
la habitación donde habían grabado Saw 3. El romántico entró acojonao perdio.

Apareció la ayudante, lo más parecido que haya visto nunca a una
luchadora de sumo con mallas de licra.

Tenía cara de muy pocos amigos, sin duda porque ese cuerpo desvelaba que no era de las que comparten las cajas de donettes.

Se fumó un ducados de una calada y se acercó al
sillón llevando una bandeja llena de instrumentos que serían la
envidia de la Inquisición.

Se cruza con ella el asesino de la baraja y por mis huevos que se da mus.

Por la cara que puso el Romántico hubiera jurado que aquélla fue la única vez en su vida en la que habría querido encontrarse con la Guardia Civil...

El dentista tenía más años que el mosquito del Parque Jurásico y
un pulso como para llevarle a robar panderetas. Además llevaba toda la
cara de haber salido la noche anterior de copas con Pocholo y David
Hasselhoff y haberlos dejado doblados a los dos.

Con esa cara, no me extrañaría que llevara 17 años muerto pero que la muerte no hubiera tenido aún huevos a decírselo. Ciertamente, en otra vida el pobre
Romántico tendría que haber sido Stalin, Hitler o el descubridor de
Melody, porque el trato que le estaba dando la vida no se lo merecía
nadie.

El dentista se le puso a mirar la boca cada vez más de cerca,
tanto que al final seguro que le veía los píxeles. Se retiró y puso
muy mala cara, cara de haberse escuchado el disco de Tamara la mala,
pero entero, que esa cara no era de una canción nada más. El dentista
echó mano de un Angustic Anal Trepanator XXL, e incluso a mí, que a
valiente sólo me gana el que le dijo a Raphael que lo intentara con el
Aquarius, se me puso el hematocrito francamente alto. Al Romántico se
le pasó la vida por delante, una puta mierda de vida todo hay que
decirlo. En ese momento lo vimos todo negro, muy negro: había habido
un apagón y salimos de allí como alma que lleva el diábolo.

Desde esta experiencia al borde de la muerte con las muelas, he
decidido coger pasta por un tubo y cepillármelas todos los días, que
ya se sabe que la única manera de tener sexo seguro, es pagando...

1 comentario:

Cordy dijo...

va tio, no te metas con dave, que fijo que va por el.

mira que eres malo eh